El postparto es uno de los grandes olvidados de la maternidad. Un tema sobre el que se dice poco y sobre el que nadie te dice lo que de verdad debes esperar.
Yo misma he querido hablar sobre él y siempre encuentro alguna cosa para no hacerlo. En parte, quizá, porque lo que voy a deciros tiene más componente emocional que científico, por decirlo de alguna manera.
Lo que voy a contaros es mi experiencia personal como madre, junto con la experiencia acumulada a lo largo de tantos años atendiendo a mis pacientes antes, durante y después del parto.
También voy a hablaros de la depresión posparto: síntomas, detección, qué hacer…
Por qué voy a hablarte del posparto
Como decía, creo que es el gran olvidado de la maternidad y, aprovechando que mi pequeño dragoncito ha hecho que mi día empiece a las 4:30 am, es un tema estupendo para retomar la escritura.
Desde que empecé la residencia, el posparto me ha llamado la atención. Sobre todo, porque en tu primer año de residencia, cuando llegas con toda esa ilusión del recién licenciado, con todas esas ideas románticas sobre la especialidad, y conoces a esas pacientes que llaman puérperas, te das cuenta de la realidad humana que hay detrás.
Un término que, por cierto, seguramente no habrás oído en tu vida. Creo que solo lo usamos nosotros para referirnos a las mujeres que acaban de dar a luz.
Esas pacientes, esas puérperas, son mujeres que no están enfermas, aunque en muchas ocasiones están peor que las enfermas.
Ese primer año, sin experiencia, te asignan a la planta del puerperio, porque se considera facilita. Algo que puede manejar un recién titulado.
Quizá por eso me impactó tanto, por empezar con ellas. A quizá sea por el cambio que produjeron en mi mente, o porque ya en aquel momento me parecieran unas mujeres olvidadas en la especialidad.
El caso es que, desde aquel momento, me pareció que había que darles más cuidados de los que muchas veces se les da. Y no me refiero a cuidados físicos, precisamente.
Aunque sobre la depresión postparto hablaré al final del artículo.
La verdadera historia del postparto, del puerperio
El puerperio es una de las épocas más duras en la vida de una mujer (obviando, evidentemente, las enfermedades graves). Es algo que siempre les digo a mis pacientes, para que luego no se lleven la doble sorpresa negativa que supone.
Es un periodo de la vida de una mujer en la que todo tu entorno te transmite que debes ser feliz y debes disfrutar, mientras tú por dentro solo sientes tristeza y un gran cansancio. No esa felicidad que crees que deberías estar sintiendo.
Médicamente, si el parto va bien, no suele haber grandes molestias físicas pasados los primeros 15-20 días. Ese es el tiempo en el que los puntos, si es que lo hay, se terminan de curar. Por eso, en parte, el entorno social de una puérpera no suele entender el estado de ánimo en el que se encuentra. ¿Por qué se encuentra mal si no le duele nada físico? ¿Cómo no va a disfrutar de ese pequeño que tanto deseaba?
Parece que todo el mundo olvida la parte hormonal y mental que implica el postparto. De pronto, la nueva madre sufre una bajada repentina de hormonas tan grande que puede hacer que te eches a llorar porque no tienes sitio para un tupper en la nevera, porque te has puesto la zapatilla izquierda en el pie derecho o porque se le ha caído el cordón a tu bebe mientras le cambiabas.
Esa parte mental te hace sentir culpable porque te descubres pensando en que la maternidad es un lío tremendo, en que antes eras muy feliz con tu pareja y ahora os ha caído una tormenta tremenda que os absorbe el tiempo y la energía. Porque, ¿cuántas de vosotras os habéis encontrado a las 12 de la mañana sin vestir, sin peinar y con la casa patas arriba pero despiertas desde las 6?
En las clases de preparación al parto esto es algo que no se suele explicar. Cuando se hace, vuestra ilusión por el bebé suele haceros pensar que es una exageración. Pero el puerperio existe y no debemos olvidarlo.
Consejo para los papás
No me puedo olvidar, por supuesto, de la otra mitad de la pareja, de la persona que se encuentra en el centro de esa tormenta emocional de la que no sabe nada. Una tormenta que no entiende, no comprende y con la que no puede razonar.
A vosotros os tengo que decir, como siempre os digo en la consulta, que veréis llorar a la mamá sin saber por qué y sin que tenga sentido.
Mi consejo es: no preguntéis, abrazad y esperad.
Después del postparto
Por supuesto, esta situación mejora y efectivamente se olvida. Si no, pocas mujeres se animarían a ir a por el segundo. Y hay familias de dos, tres, cuatro…
Al final, cuando esto pasa, solo queda el recuerdo de que fue una época dura. Pero es entonces cuando miras a tu pequeño dragoncito, te sonríe y te parece que no fue tan malo. Que quizá solo se debía al cansancio.
No todo el mundo lo vive con la misma intensidad, puesto que al igual que cada embarazo y parto es un mundo, cada postparto también lo es. Yo, por ejemplo, llevé mucho mejor el postparto de mi segundo hijo (mi dragoncito), porque la experiencia es un grado. Y, no te voy a engañar, tener que seguir cuidando y manteniendo las rutinas de la mayor (mi pequeña monstruita), ayuda mucho
No olvides que todo pasa
Como decía al principio, este es un post más personal que científico. Cada mujer es un mundo, cada puerperio lo es también, pero por eso mismo no debéis comparar el vuestro con el de otras mamás. Ni dejar que se comparen con vosotras.
Para terminar con este post tan personal para mí, debo deciros que al final siempre compensa. Si volviera a empezar, si volviera a nacer, repetiría esta vida sin dudarlo. Volvería a pasar por el primer postparto y por el segundo sin titubear con tal de volver a tener a esas personitas a mi lado.
Depresión postparto
Ahora que ya os he contado lo que es el puerperio, vamos a tratar de marcar las diferencias entre lo que es un puerperio «normal» y lo que se considera una depresión posparto.
Es importante que estéis tranquilas, que sepáis que el puerperio es una época dura emocionalmente, pero también es importante que estéis alerta ante lo que vamos a contar ahora.
1. ¿Qué es la depresión postparto?
La depresión postparto es una situación más grave que los sentimientos propios del postparto (también conocidos como maternity blues o melancolía postparto).
Estos sentimientos de los que he hablado antes son naturales y una parte fisiológica del puerperio.
Todas pasamos por ellos.
Sin embargo, la depresión postparto es una enfermedad psiquiátrica en la que la paciente sufre un estado de depresión y ansiedad que afectan a su día a día. Tanto, que pueden complicarse con el cuadro que conocemos como con psicosis puerperal que puede llegar a poner en riesgo su integridad y la de su bebe.
No es algo asociado al carácter o que la paciente decida desarrollar, es una enfermedad más que puede suceder tras el nacimiento y que está asociada a ese mismo nacimiento.
A diferencia de la melancolía postparto, que se inicia a los días del parto, la depresión suele aparecer a las semanas o meses. Generalmente se desarrolla en los primeros 3 meses postparto pero en ocasiones puede suceder hasta un año más tarde.
2. Síntomas de la depresión postparto
Repito lo que acabamos de decir: los síntomas de una depresión posparto suelen aparecer durante los primeros 3 meses después del parto.
En general, los síntomas de la depresión postparto son los mismos que en la depresión clásica:
- Irritabilidad
- Cambios en el apetito
- Insomnio
- Sentimientos de miedo y culpa
- Desconexión
- Falta de interés en cualquier actividad
- Falta de energía.
Sin embargo, sí que hay algunos que son exclusivos de la depresión posparto. Estos serían:
- Sensación de incapacidad de cuidar de sí misma o de su bebé
- Miedo a estar sola con el bebé
- Pensamientos negativos hacia el bebé, incluso pensamientos de hacerle daño
Es raro que estos últimos pensamientos se materialicen, pero es muy importante que se los comuniques a tu médico.
3. ¿Cuándo pedir ayuda?
Ante cualquier síntoma de depresión que persiste más allá de 2 semanas postparto y afecta al día a día, hay que plantearse que podríamos estar ante un cuadro como este y, por tanto, hay que pedir ayuda profesional.
La aparición de síntomas depresivos meses después del nacimiento también debe hacernos pensar en este diagnóstico.
Los pensamientos de daño hacia una misma o hacia el bebe son un claro síntoma de alarma, así como la incapacidad para continuar con las actividades diarias.
Otro síntoma de alarma son los pensamientos no basados en la realidad, como escuchar o ver cosas que los demás no ven ni oyen.
4. ¿Qué hacer ante una depresión posparto?
Si crees que estás teniendo síntomas sospechosos es muy importante no intentar hacer de ‘super mamá’ y pedir ayuda.
¡Pide ayuda!
Es muy importante el apoyo familiar para la valoración de la enfermedad. También lo es el poder acudir a tu médico si tienes la sospecha de estar desarrollándola.
¡PARA LAS PAREJAS! Si te parece que tu pareja no está bien, habla con ella y pregúntale por estos síntomas y sentimientos. Tú vas a ser una pieza vital en la detección de esta patología.
Un diagnóstico temprano puede hacer que el tratamiento se instaure antes y así evitar mayores complicaciones, como pueda ser el desarrollo de una depresión mayor.
Habitualmente, como en casi todas las patologías mentales, el tratamiento consiste en una combinación de fármacos y terapia cognitivo conductual e interpersonal.
Es decir: tratamiento psiquiátrico y tratamiento psicológico.
Tengo una newsletter en la que hago lo que mejor se me da hacer: hablar de esas cosas de mujeres que tanto preocupan y tan poco se hablan. Arrojo luz sobre todos los miedos, mitos, bulos, vergüenzas y otras oscuridades que empañan la salud femenina. También nos reímos mucho (sobre todo Pepa, ya verás), que la risa es necesaria. · Sé que lo sabes: el contenido de esos emails no es una «consulta online» ni sustituye a una consulta ginecológica. Acude a tu ginecólogo de confianza si necesitas ayuda médica ·No estás sola
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