¡Horror! ¿Qué pasa si nuestro bebé se coloca al revés a la hora del parto?
Después de una década asistiendo a mujeres como tú en más de 2.000 partos y haber hecho un puñado de partos de nalgas, esto es lo que creo que toda mujer debe saber al respecto.
Empezando por poner el parto de nalgas en su justo contexto.
¿Qué es un parto de nalgas?
Como seguramente ya sepas, en la recta final del embarazo los bebés colocan la cabeza hacia abajo, preparados para nacer como estamos diseñados los humanos para nacer: en posición cefálica.
Sin embargo, hay un pequeño porcentaje de peques que, por diversos motivos que luego te cuento, se colocan al revés.
Es decir, que en lugar de apoyar la cabeza en la salida y venir al mundo de cara, lo que hacen es apoyar el culete y mostrarnos primero sus nalgas.
Y eso, querida mía, puede ser un problema.
Pero antes de hablar de los problemas, déjame contestar a una de las primeras preguntas que me hacen mis embarazadas en esa situación:
¿Puedo parir de nalgas?
La respuesta, como supondrás, tiene muchas consideraciones adicionales (tranquila, que te las explico luego), pero es un SÍ, puedes parir un feto de nalgas.
Sin embargo, la cesárea es la opción más segura en la mayoría de los casos y por eso es la primera opción que solemos plantear (salvo casos muy seleccionados).
Si das con un obstetra formado y con experiencia en partos de nalgas, puedes valorar los pros y contras e intentarlo. Yo misma he asistido más de veinte partos de nalgas a lo largo de mi carrera.
El problema es que pocos profesionales estamos formados en partos de nalgas y, además, estos son muy, muy poco frecuentes, además no son frecuentes. Lo que significa que aunque, un profesional se forme, es difícil que adquiera la experiencia práctica que necesita.
Si a esta inexperiencia le sumas el riesgo de complicaciones graves para el bebé (infrecuentes, sí, pero graves), la decisión de las futuras mamás suele ser una cesárea.
¿Por qué es tan peligroso un parto de nalgas?
Como te decía antes, un parto de nalgas tiene varios riesgos importantes para tu bebé. Riesgos que en un parto normal, un parto en cefálica, no tenemos por el mero hecho de que lo primero que sale es su cara (y por ende su nariz y su respiración).
Y por eso nos cuesta mucho a los ginecólogos recomendar este tipo de partos.
Entrando más en detalle, los riesgos que más nos preocupan son:
1. Prolapso de cordón
El prolapso de cordón no es exclusivo del parto de nalgas, pero sí que se acentúa cuando el bebé no está bien colocado.
Esto pasa cuando el cordón umbilical sale antes que el bebé y, por tanto, el flujo sanguíneo se ve comprometido.
Si esto pasa…, lee el punto 4.
2. Asfixia perinatal
Esto, querida lectora, es una de las cosas que más me ha preocupado a lo largo de toda mi carrera. Nunca lo he vivido, pero sí que he vivido situaciones que se le parecían.
Verás, la cabeza es la parte más grande de un bebé. Cuando sale primero esto no supone un problema: si no sale sigue protegido y respirando dentro de su madre. Pero si es lo último que sale se puede quedar atascada en el canal del parto, asfixiando al bebé.
3. Lesiones
Por la propia posición anatómica del cuerpo humano, atravesar de cabeza el canal del parto es más seguro para brazos y piernas, que se mantienen pegadas al cuerpo.
En los partos de nalgas no.
En un parto de nalgas es bastante más frecuente que las extremidades del bebé sufran algún tipo de lesión. Bien por la forma en la que sale el bebé o bien debido a alguna de las otras complicaciones.
4. Cesárea urgente
Por estos y otros motivos, los partos de nalgas son los tipos de partos que más posibilidades tienen de terminar en una cesárea urgente.
Peor aún: en una cesárea emergente urgente.
¿Por qué se ha puesto mi bebé de nalgas?
Verás, no se ha encontrado una razón clara por la que unos bebés se colocan con la cabeza para abajo y otros no.
Lo que sí hemos observado es que existen algunos factores que favorecen esa posición invertida:
Un útero grande
Da igual la causa (que tengas más embarazos previos, que tu bebé tenga mucho líquido, que…).
Lo que importa es que, si el bebé tiene mucho espacio, las posibilidades de ponerse de nalgas (y en cualquier otra posición que no sea la correcta) aumentan.
Malformaciones uterinas
Hay alteraciones en la forma de la cavidad o tabiques que se pueden formar y favorecer que tu bebé no termine el proceso del embarazo en la postura correcta.
Bebés grandes
O pelvis pequeñas.
Si tu bebé es demasiado grande para el tamaño de tu pelvis no encontrará una postura cefálica cómoda y se podría quedar de nalgas.
Cantidad de líquido amniótico
La cantidad de líquido amniótico puede favorecer una posición de nalgas.
Bien sea porque hay poco (oligoamnios), porque no tenga espacio para girar.
O bien porque sea demasiado (polihidramnios), porque tenga demasiado espacio para dar volteretas y no apoyar la cabeza correctamente en tu pelvis.
Inicio de parto antes de tiempo
Si, por el motivo que sea, tu parto se inicia antes de que le haya llegado el momento, es más probable que tu bebé esté mal posicionado.
Tipos de presentaciones de nalgas
Aunque parezca que eso de ponerse de nalgas es solo apoyar el culo en vez de la cabeza, en realidad un bebé puede llegar al mismo punto desde varias posiciones distintas.
Cada una tiene su nombre en función de qué parte de su cuerpo enseña primero (es decir, que la tocamos primero al explorar).
¿Por qué es importante saber esto? Porque no todas las presentaciones de nalgas pueden intentar un parto de nalgas.
1. Nalgas completas
Si el bebé se sienta a lo indio sobre el canal del parto (es decir, que primero presenta su culete, con las piernas recogidas y las rodillas hacia el abdomen) hablamos de unas nalgas completas.
Y esta sí es una opción en la que podamos plantearnos un parto vaginal en una presentación podálica.
2. Nalgas incompletas
Si al explorar por vía vaginal lo que tocamos son uno o los dos pies, entonces hablamos de unas incompletas y no recomendamos un parto vaginal.
Que el bebé tenga las piernas (o la pierna) estiradas hacia abajo y al explorar lo primero que toquemos sean sus pies complica mucho la situación.
3. Nalgas francas
Esta posición es parecida a la primera, pero en esta ocasión no tiene las piernas recogidas a lo indio, sino que las tiene estiradas hacia arriba, hacia su abdomen.
Vamos, que tiene los pies delante de la cara.
En esta opción también podemos, a priori, plantearnos un parto de nalgas.
¿Es muy frecuente el parto de nalgas?
En realidad no.
Nuestro cuerpo está hecho para poder parir y la forma más frecuente de hacerlo es con la cabeza por delante (lo que llamamos presentación cefálica).
Por eso los bebés se mueven a lo largo del embarazo pero, antes o después, terminan colocándose con la cabeza para abajo, preparados y esperando al momento del nacimiento.
En cuanto a las cifras que rodean al parto de nalgas, se calcula que un 6-7% de los embarazos llegan al final con un feto de nalgas.
En mi caso, de los últimos 900 partos que he realizado, tan solo 2 fueron partos de nalgas. Un porcentaje mucho menor que se debe en gran medida a las versiones cefálicas de las que me llevo encargando muchos años.
Mi bebé está de nalgas, ¿qué opciones tengo?
Si tu bebé no está en la posición correcta para nacer, con las nalgas mirando hacia abajo, hay tres posibilidades que puedes valorar junto con tu ginecólogo.
Te las ordeno de más habitual a menos habitual según la experiencia que he tenido con mis propias pacientes:
1. Versión cefálica externa
Hace poco escribí un artículo entero explicándote como funciona:
Es una maniobra relativamente sencilla con la que tratamos de dar la vuelta al bebé para que coloque su cabeza hacia el canal del parto (y de esta forma intentar un parto vaginal).
2. Cesárea
Debido a los riesgos que supone un parto de nalgas en un gran porcentaje de los casos la decisión más segura es programar una cesárea (o realizarla de forma urgente si se desencadena el parto).
3. Parto de nalgas
En casos muy seleccionados en las que la situación de la madre y el bebé es muy favorable, a veces intentamos realizar un parto vaginal de nalgas.
Sin embargo, como has visto antes, esta no es la opción más común, ni la más frecuente.
Al final las tasas de riesgo hablan por sí solas y suele ser más seguro hacer una cesárea que un parto de nalgas.
En definitiva
Que tu bebé esté de nalgas no significa que vaya a haber problemas durante su nacimiento.
Lo que significa es que hay unos riesgos que tenéis que valorar tu ginecólogo y tú para ver cuál es la mejor forma de traer a tu hijo sano y salvo a este mundo.
Tengo una newsletter en la que hago lo que mejor se me da hacer: hablar de esas cosas de mujeres que tanto preocupan y tan poco se hablan. Arrojo luz sobre todos los miedos, mitos, bulos, vergüenzas y otras oscuridades que empañan la salud femenina. También nos reímos mucho (sobre todo Pepa, ya verás), que la risa es necesaria. · Sé que lo sabes: el contenido de esos emails no es una «consulta online» ni sustituye a una consulta ginecológica. Acude a tu ginecólogo de confianza si necesitas ayuda médica ·No estás sola
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