Cuando hablamos de partos prematuros, una de las técnicas que existen se conoce como parto velado (o cesárea velada) o parto en-caul (cesárea en-caul).
He tenido el placer de realizar varios partos de este tipo y puedo asegurarte que son tan especiales como infrecuentes.
¿Qué es el parto velado, parto enmantillado o nacer caul o en-caul?
Al parto velado se lo conoce también por su denominación inglesa: Caul birth. Un término que proviene del latín caput galeatum que significa, literalmente, cabeza con casco.
Es la forma que utilizamos los ginecólogos para referirnos a aquellos recién nacidos que vienen al mundo con las membranas del saco amniótico sobre la cabeza y cuerpo como si fuera un casco.
Es decir, que el término ‘en-caul’ se utiliza para aquellos nacimientos en los que la bolsa amniótica no se ha roto, o como se dice en algunos círculos, «aquel recién nacido que todavía no sabe que ha nacido».
De ahí que también se lo conozca como parto velado o parto enmantillado.
Historia del parto velado
La incidencia espontánea de este tipo de nacimientos es muy baja: aproximadamente 1 de cada 80000 nacimientos (es decir un 0,00125%) y se produce especialmente en prematuros.
Desde tiempos inmemoriales, la sabiduría popular ha otorgado diferentes virtudes a este tipo de nacimientos y han considerando que los así nacidos lo hacen con una buena estrella y que incluso pueden tener determinadas habilidades especiales.
De hecho, en el medievo se consideraba un signo de buena suerte y un talismán de protección frente a la muerte por ahogamiento. Era tan especial, que había quien vendía las membranas de los nacimientos en caul a los marinos para protegerlos del mar.
Pero su presencia no se limita a la historia antigua. Muchos autores actuales han hecho alusiones literarias a este tipo de nacimientos, como Dickens en David Copperfield, Stephen King en El Resplandor o en Dr. Sueño u Orson Scott Card en El séptimo hijo.
Algunos personajes históricos, como Lord Byron, Carlomagno, Sigmund Freud, Napoleón o Albert Einstein, supuestamente vinieron al mundo con partos velados. Algo que, para algunos, fue una gran influencia en su vida posterior.
Cesárea EN-CAUL
La cesárea velada fue descrita en 1988 y se promueve como una opción de extracción delicada y sin traumas para prematuros o fetos con bajo peso.
Uno de los problemas principales que nos encontramos los ginecólogos en las cesáreas de recién nacidos prematuros son principalmente la dificultad de extracción fetal y el consiguiente riesgo de lesiones.
Realizar una cesárea en-caul tiene el beneficio teórico de que la menor manipulación fetal y uterina es menor y por tanto también lo son sus riesgos.
Se está generalizando la realización de este tipo de cesáreas también en embarazos a término como forma más respetada de nacimiento, no obstante no siempre es sencillo que no se rompan las membranas.
Técnica para la cesárea velada o cesárea caul
La técnica quirúrgica de la cesárea no sufre ningún cambio en cuanto a la apertura de la pared ni del útero. Las incisiones se realizan de la forma habitual.
A través de la incisión, las membranas del saco amniótico van a protruir (salir) y por medio de una presión mantenida en el fondo del útero se puede conseguir que salga el feto dentro de su saco amniótico.
Al estar dentro de su saco amniótico el feto no es manipulado durante el proceso y está protegido por el líquido amniótico de cualquier presión. El flujo sanguíneo es continuo puesto que el cordón no se corta hasta después.
La técnica se considera exitosa cuando se consigue la extracción del al menos un tercio del cuerpo sin que se rompan las membranas, puesto que la onda de líquido amniótico que se produce va a ayudar a la salida del resto del cuerpo sin excesiva manipulación en el caso de que se produjera la ruptura en esté momento.
Aquí podéis ver un ejemplo real de una de las cesáreas veladas que he hecho:

En cualquier caso, ante la ruptura de membranas se puede continuar con la técnica habitual de una cesárea, puesto que no condiciona el acceso.
Existen artículos que promulgan que pudiera ser una opción efectiva y relativamente fácil, con mejores resultados y apariencia del recién nacido sin aumento de las complicaciones maternas.
Esté tipo de cesárea se puede realizar en cualquier edad gestacional y peso fetal pero el mayor beneficio es para los grandes pretérminos y recién nacidos de bajo peso. Van a estar protegidos durante el procedimiento por el líquido amniótico, se disminuye su manipulación sin aumentar los riesgos maternos o fetales y puede ser, por tanto, una opción a tener en cuenta para la extracción de estos recién nacidos delicados, para que su llegada al mundo sea lo menos traumática y suave posible.
Los partos vaginales también se pueden realizar de esta manera, no obstante es más frecuente que en el proceso de descenso de la cabeza del bebe por el canal del parto se produzca la ruptura de membranas o que esta sea necesaria precisamente para el descenso de la cabeza, de ahí la baja incidencia de estos nacimientos en los partos vaginales.
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