El virus del papiloma humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más frecuente pero a la vez un gran desconocido. Puede producir lesiones a nivel del cuello del útero y de los genitales tanto femeninos como masculinos.
Existen más de 100 serotipos que pueden producir diferentes patologías, de los que el 6 y el 11 suelen ser los que producen las lesiones externas benignas en nuestro medio.
Hablemos de cómo se transmite, dónde aparece, cómo se diagnostica, su tratamiento y la benignidad o malignidad de estas lesiones externas.
Transmisión y latencia del VPH
Su transmisión es principalmente sexual.
Con solo la existencia de una herida por pequeña que sea en la piel ya se puede transmitir, esta es la razón por la que el preservativo no protege totalmente contra el virus del papiloma humano.
Aunque muy rara, también está descrita la transmisión vertical (madre a feto), sin estar causada por el paso por el canal del parto.
Las lesiones aparecen entre 3 semanas y 8 meses después de la infección. Su aparición es el primer marcador de infección.
Existen múltiples formas de presentación y expresión de estas lesiones externas.
Presentación y localización de las verrugas genitales
La forma clásica de presentación de las lesiones por VPH son las verrugas genitales, que pueden ser de mayor o menor tamaño y tener un número variable.
A estas verrugas genitales también se las conoce como condilomas.
En general suelen ser asintomáticas pudiendo producir a veces prurito genital (picor).
En ocasiones existe una forma de presentación llamada «de expresión mínima», que se encuentra ante la exploración de síndromes de disconfort vestibular o vulvodinias.
Si las lesiones son vaginales o cervicales, pueden producir sangrado durante las relaciones sexuales.
En pacientes inmunodeprimidas, las lesiones o verrugas genitales suelen presentarse de forma más florida, debido a la incapacidad del sistema inmune para mantenerlas controladas.
La localización es variable siendo este el orden de mayor a menor frecuencia:
- Cérvix
- Vagina
- Vulva
- Ano.
Es extraño encontrarse lesiones por VPH fuera de la zona genital.
Diagnóstico de las lesiones:
Este diagnostico será siempre clínico.
La exploración es la que va a dar un diagnóstico, siendo innecesaria la realización de biopsias para su confirmación (salvo en aquellas ocasiones en las que se sospeche de una lesión invasiva).
A pesar de presentarse las lesiones, no está indicada la determinación de VPH, salvo en algunos casos particulares (como en pacientes inmunodeprimidas) en los que se debe hacer un estudio más extenso de la infección y posibilidad de lesiones en el cuello del útero causadas por otros tipos virales de alto riesgo.
Existe un amplio diagnóstico diferencial entre el que se encuentran variantes anatómicas normales como la papilomatosis vestibular o los gránulos de Fordyce.
Los condilomas son LESIONES BENIGNAS sin capacidad de transformación maligna. No obstante, parece existir cierta evidencia que los asociaría con lesiones premalignas, siendo importante diagnosticarlas y controlarlas desde su aparición.
Tratamiento de los condilomas o verrugas genitales
Existen multitud de opciones de tratamiento entre las que ninguna es claramente superior, por lo que la elección de uno u otro va a ser dependiente de cada caso, de la individualización.
La edad de la paciente, el número de lesiones y su localización, la preferencia personal, la experiencia del ginecólogo, el precio, etc. son las variables que se tendrán en cuenta a la hora de utilizar un tratamiento u otro.
Según la inmunidad personal de cada una, se puede llegar a producir la resolución espontánea de las lesiones externas causadas por el VPH, sin tratamiento de por medio.
Cada uno de los tratamientos tiene un mecanismo de acción diferente:
- Agentes citotóxicos (podofilotoxina, ácido tricloroacético)
- Agentes inmunomoduladores (imiquimod, sinecatequinas)
- Tratamiento destructivo (crioterapia, laser CO2, electrocoagulación diatérmica)
- Tratamiento quirúrgico (bisturí frío o eléctrico)
También existen dos tratamientos experimentarles con resultados muy prometedores (terapia fotodinámica y cidofovir).
Es importante destacar que, a pesar de la aplicación de un tratamiento correcto, tienen una tasa de recurrencia bastante elevada.
Situaciones especiales
Existen tres situaciones especiales relacionadas con las lesiones por VPH.
1. Gestación
Durante la gestación se produce una situación de inmunodepresión que puede hacer que las lesiones crezcan, por lo que va a ser preferible a veces tratar las lesiones.
El tratamiento ideal en estos casos suele ser el destructivo.
Generalmente se produce una regresión tras el parto al recuperar la paciente su capacidad inmunológica.
Salvo que existan unas lesiones condilomatosas que obstruyan la vía del parto, el parto vaginal seguirá siendo el recomendado desde el punto de vista obstétrico.
2. Inmunodepresión
De la misma forma que en las gestantes estas pacientes van a tener mayor número de lesiones y de mayor tamaño con mayor tendencia a la recidiva (volver a aparecer) y a la resistencia a los tratamientos.
Otra vez, los tratamientos destructivos serán los preferidos, puesto que los inmunomoduladores (farmacos que activan el sistema inmunitario) van a ser menos eficaces.
Es seguro el tratamiento expectante puesto que la recuperación de la normalidad inmunológica suele ir seguido de la regresión espontánea de las lesiones.
3. Infancia
En estos casos la actitud preferida será expectante, sin tratamientos de por medio, puesto que la regresión de las lesiones es más frecuente.
Seguimiento
Es importante para verificar la curación y/o diagnosticar la recidiva. Se hará un control a los 3-6-12 meses tras la desaparición de las lesiones. El tratamiento de la recidiva será aquel que haya sido efectivo en el brote inicial.
Existe un 20-30% de tasa de recurrencia global.
Resumen y conclusiones
- Las lesiones externas causadas por VPH son BENIGNAS sin posibilidad de transformación maligna.
- Múltiples formas de presentación.
- Importante impacto psicológico y social.
- Ante la aparición de lesiones SIEMPRE se debe consultar para la realización de una exploración completa y la INDIVIDUALIZACIÓN del tratamiento más adecuado. Múltiples opciones de tratamiento.
- No siempre se requiere la determinación de VPH.
- Necesario seguimiento dada la posibilidad de recidiva de las lesiones a pesar de un correcto tratamiento.
- Lo más importante es la PREVENCIÓN por medio de la VACUNACIÓN.
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