Alba, queremos agradecerte todo lo que has hecho por nosotros. Desde el primer susto, hasta el último. Desde que la pequeña todavía no llegaba a ser ni un pequeño latidito, hasta cuando llegaste con prisa entre la niebla para que nuestra pequeña llegara al mundo entre tus manos.
Sabemos que forma parte de tu trabajo, pero también sabemos que no todos los trabajos se hacen con el mismo cariño, dedicación, implicación y empatía.
Esto es solo un pequeño detalle, pero nos gustaría que de entre todos tus pacientes y partos, que son muchísimos, nos recordaras por algo más que las caras de preocupación y las lagrimitas derramadas en la consulta, ¡que tampoco han sido pocas!
Nosotros, desde luego, por mucho que pase el tiempo, no lo olvidaremos nunca.
Muchísimas gracias de corazón.