Llegué hasta tu consulta por recomendación de dos amigas que nada tenían en común y nada más conocerte supe que serias mi ginecóloga durante mi segundo embarazo y parto.
Contigo se tranquilizaban mis nervios y mirándote sentía que todo saldria bien.
El día que nació Luna estabas junto a nosotros y el recuerdo de su nacimiento nunca se nos olvidará. Gracias por cada palabra de cariño y tranquilidad en un momento tan especial. Eres maravillosa!