Yo caí en sus manos de casualidad, en urgencias, mientras estábamos buscando nuestro segundo hijo y no llegaba. Desde ese momento supe que no quería otra ginecóloga cuando por fin me quedara de nuevo embarazada, y así fue. Y no pude tener más suerte porque luego fue de alto riesgo y me acompañó en todo momento durante todo el proceso, y al final obró el milagro. No puedo más que decir GRACIAS! y seguir viéndote cada año.
No estás sola
Tengo una newsletter en la que hago lo que mejor se me da hacer: hablar de esas cosas de mujeres que tanto preocupan y tan poco se hablan.
Arrojo luz sobre todos los miedos, mitos, bulos, vergüenzas y otras oscuridades que empañan la salud femenina.
También nos reímos mucho (sobre todo Pepa, ya verás), que la risa es necesaria.
· Sé que lo sabes: el contenido de esos emails no es una «consulta online» ni sustituye a una consulta ginecológica. Acude a tu ginecólogo de confianza si necesitas ayuda médica ·