Hace ya 3 años que trajiste a mi primer canijo al mundo, no lo puso fácil ya que venía con el collar puesto. En todo momento nos transmitiste tranquilidad absoluta y confianza.
Por eso, a los pocos meses cuando me volví a quedar embarazada, no dudamos ni un momento en que nos acompañaras en el camino. Un embarazo lleno de visitas a urgencias, pero cada vez que íbamos y te veíamos a ti, lo hacías todo más fácil, de ahí que te llamáramos “nuestro ángel”.
Al tener un primer bebé CIR el seguimiento a la segunda fue al milímetro y no se escapó, de nuevo a inducir para que creciera fuera. Y para compensar, un parto precioso.
Solo puedo darte las gracias, sin ti, todo hubiera sido diferente. Sigue con esa maravillosa forma de tratar a las mamás, no hay mejor manera.